La presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género y vocal del Consejo General del Poder Judicial, Ángeles Carmona, ha hecho la siguiente declaración institucional en el Día Internacional para la Eliminación de la violencia contra las Mujeres:
“Mis primeras palabras en este Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres son de dolor por todas aquellas que en lo que llevamos de año han sido asesinadas por sus parejas o exparejas. Dolor por esas vidas truncadas que la violencia machista se ha llevado por delante de forma cruel: vidas de todas las edades, desde adolescentes hasta octogenarias, vidas de madres, abuelas, hermanas, vidas de compañeras de trabajo, de estudiantes, de amigas… vidas de mujeres, asesinadas de forma injusta, que debían seguir entre nosotros. Porque la violencia machista no distingue. Cualquier mujer puede ser víctima.
Tras el dolor y la rabia, una única pregunta: ¿Podía haberse evitado? La respuesta es también única: sí. Cada mujer asesinada, cada niño y cada niña que quedan huérfanos ponen en evidencia un fallo del sistema que todos quienes nos dedicamos a combatir la violencia machista debemos asumir como propio. Las instituciones estamos en la primera línea de esta lucha y debemos mantenernos alerta y seguir esforzándonos para que ninguna mujer más sea asesinada y para que las supervivientes logren salir adelante.
Pero todo ese esfuerzo no basta, no es suficiente. Necesitamos la colaboración de los ciudadanos, de todos.
No podemos aceptar que en España una mujer sea asesinada por violencia machista cada 6 días. Hasta hoy, esa ha sido la terrible cadencia en 2023.
Por eso, desde aquí hago un llamamiento a toda la sociedad: instituciones públicas y privadas, empresas, profesionales de todos los sectores, a cada ciudadano a título personal. Les pido que se conviertan en nuestros ojos y nuestros oídos y que denuncien todas aquellas situaciones de violencia de género que quedan fuera del alcance, fuera del “radar” de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y de los órganos judiciales. Un aviso, una llamada a tiempo pueden salvar vidas.
Una sociedad como la española, modelo a nivel internacional de la lucha contra la violencia de género, no puede dejar solas a aquellas víctimas que, presas del pánico, no denuncian y quedan por tanto ocultas para las instituciones. La ayuda de familias, vecinos, compañeros de trabajo o instituto es tan valiosa como imprescindible. Pensemos que casi el 80 por ciento de las mujeres asesinadas este año hasta hoy no habían denunciado.
La dura realidad que nos muestran las cifras no debe hacernos caer en el desánimo, sino que debe alentar nuestra voluntad de seguir trabajando para que no perdamos ni una sola vida más, ni una mujer más. En el Observatorio seguiremos adelante con el análisis pormenorizado de los casos, algo que llevamos haciendo desde hace más de dos décadas, y que nos ha permitido localizar errores y carencias y, a partir de ese conocimiento, desarrollar nuevas medidas, mejorar protocolos o proponer reformas legislativas.
La amplia experiencia acumulada en España permite a nuestros profesionales aprender cada día y avanzar tanto en la prevención de los delitos contra las mujeres como en la protección y atención a las víctimas en todos los ámbitos.
No puedo terminar estas palabras sin mandar un mensaje de aliento y todo mi apoyo a las víctimas de la violencia machista que luchan cada día para salir adelante tanto ellas como sus hijas e hijos. Las animo a dar un paso más y a denunciar, o a pedir ayuda para que otros lo hagan por ellas, porque sólo así abrirán una puerta a la esperanza y podrán recibir ayuda de las instituciones para salir del maltrato y recuperar sus vidas. Pueden estar seguras de que hay salida de la espiral de violencia que las atrapa”.
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