La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) ha estimado en su mayor parte un recurso de apelación de la Fiscalía y ha fijado en 40 años el máximo de cumplimiento efectivo de las penas impuestas a un matrimonio y su hijo por asesinar a tiros dos hombres y herir a otro en el cementerio de Torrent (Valencia) el 1 de noviembre de 2021.

La sentencia, que puede ser recurrida en casación ante el Tribunal Supremo, revoca parcialmente la dictada en diciembre del pasado año por la Audiencia Provincial de Valencia tras la celebración de juicio con jurado popular.

La Audiencia impuso entonces a uno de los acusados y a su madre, como autores de dos delitos de asesinato consumados y otro intentado sendas penas de 49 años y medio de cárcel, con un límite máximo de cumplimiento efectivo de 25 años.

Por el contrario, impuso 21 años al padre y marido, respectivamente, de los anteriores, por considerarlo en su caso cómplice y no coautor de esos delitos de asesinato. En los tres casos, las penas incluían también las correspondientes a un delito de tenencia ilícita de armas.

La sentencia de apelación emitida ahora confirma los 49 años y medio de cárcel para el hijo, quien efectuó materialmente los disparos, pero rebaja hasta los 45 años y 6 meses la condena a su madre y eleva de 21 a 45 años la del padre, al considerarlo coautor y no mero cómplice de los asesinatos.

Además, la Sala de lo Civil y Penal del TSJCV corrige la sentencia de instancia por apreciar un error en la aplicación del artículo 76 del Código Penal y establece en 40 años, en lugar de los 25 fijados por la Audiencia, el máximo de cumplimiento efectivo de las penas de prisión para todos los condenados.

Respecto a las indemnizaciones para las víctimas y sus familiares, el importe total, cercano a los 568.000 euros, se mantiene por el Alto Tribunal valenciano, con la salvedad de declarar la responsabilidad civil conjunta y solidaria para los tres condenados.

Tal y como se ha declarado probado, los hechos ocurrieron sobre las 10 horas del Dia de Todos los Santos de 2021, cuando el matrimonio y su hijo se encontraron en el camposanto con otra familia que a su vez tenía parientes lejanos con los que ellos habían tenido conflictos en el pasado.

Los acusados comenzaron a chillarles y a proferir expresiones amenazantes para que se marcharan del lugar e incluso les llegaron a golpear con sillas y palos.

En un momento dado, la mujer ahora condenada sacó un arma de fuego que llevaba oculta en un delantal y se la entregó a su marido para que disparara contra la otra familia.

El hombre no llegó a efectuar ningún tiro porque el arma se le cayó al suelo, pero su esposa la recogió y se la dio entonces a su hijo. Fue este último quien disparó finalmente a las víctimas, las cuales se encontraban desarmadas y sin posibilidad alguna de protegerse.

Una de las balas causó la muerte de un miembro de la familia tiroteada y una segunda provocó lesiones en una pierna a otro. Además, un tercer proyectil alcanzó a un hombre ajeno al altercado, que estaba en las proximidades visitando la tumba de su esposa, y provocó su fallecimiento.

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